Prócer
angostureño que participó como oficial activo en todas las Batallas decisivas
de la Independencia desde Venezuela hasta el Perú y posteriormente destacó en la
vida militar; política y social de Guayana.
El coronel Ramón Contaste tuvo dentro del acontecer político
grancolombiano, una posición contraria a la del Libertador, puesto que militó
consecuentemente bajo las banderas del gran caudillo José Antonio Páez, pero
como muchos, expuso y consagró su vida de soldado en aras del ideal sublime de
la emancipación y no conforme con ello, se vino a su tierra orinoqueña a
llenarla de orgullo con sus galones y a servirla ya como Comandante de Armas o
Gobernador.
La vida de este prócer comienza el
14 de octubre de 1795 cuando lo trajo a esta tierra que se empina sobre el río,
sus padres Don Agustín Contaste y Doña María Hermenegildo Arcadio, quienes
tuvieron otros cuatro hijos. El era el penúltimo y fue bautizado por el cura
rector de la Catedral, con el nombre de José Ramón Calixto, pero siempre se dio
a conocer simplemente como Ramón Contaste.
Agustín Contaste, su padre, era
Alguacil Mayor y Capitán de milicianos, se radico en Angostura a finales del
siglo dieciocho, procedente del Principado de Cataluña, de donde era nativo.
Aquí en Angostura contrajo matrimonio el 2 de enero de 1774 y como funcionario
público tuvo acceso a una buena educación para sus hijos, entre ellos, Horacio,
quien también fue oficial del Ejercito Libertador y participó en la guerra de
la emancipación americana
Los Contaste estuvieron al lado de
la emancipación desde 1810, pero en el caso de Ramón Contaste, éste no se
alistó en el Ejército patriota sino en 1817, a la edad de 22 años, que es cuando
efectivamente inicia la carrera militar como subteniente del Batallón de
infantería Bravos de Páez que junto con los batallones Rifles, Barcelona y
Albión, un regimiento de caballería y dos escuadrones de lanceros conformó el
ejército con el cual Bolívar invadió a la Nueva Granada.
De manera que como subteniente del
Batallón Bravos de Páez, Ramón Contaste participa en las batallas de Guacharaca
y Trapiche de Gamarra, Gámeza, Pantano de Vargas y Boyacá que sella la
independencia de Nueva Granada el 7 de agosto de 1819. Ese mismo año su
batallón triunfa en Alto de las Cruces y es ascendido a teniente.
Luego de la batalla de Carabobo y
Cartagena (1821) es ascendido a Capitán y con ese grado forma parte de las
tropas patriotas que combaten en Bombona asegurando la independencia de
Guayaquil (7 de abril de 1882); Junín (6 de agosto de 1823) que liberó al Norte
del Perú y Ayacucho (9 de diciembre de 1824) que determinó la independencia
total de ese virreinato. Al año siguiente (27 de agosto de 1825), el Libertador
lo ascendió a Teniente coronel efectivo y dos años después se retiró del
servicio militar para retornar al seno de su familia.
Para 1827 cuando se produce el
retorno del Teniente coronel Ramón Contaste a la Angostura, la provincia de
Guayana junto con Barinas y Apure pertenecía al Departamento Orinoco bajo la
jefatura de un intendente que a la sazón era el Pbro. José Félix Blanco con
residencia en Barinas. El gobernador de Guayana era el general José Manuel
Olivares y estaba la provincia dividida en los Cantones de Angostura, Upata,
Piacoa, Caicara y San Fernando de Atabapo. Cada cantón gobernado por un juez
político. La población total no pasaba de los 40 mil habitantes, la mayoría
concentrada en Angostura.
Esa fue la provincia que encontró
Ramón Contaste cuando regresó a su Ciudad natal, luciendo sus condecoraciones
del Sur: Estrella de los Libertadores, Cruz de Boyacá y Busto del Libertador en
Lima. Había dos bandos políticos, reflejo en cierto modo de los conservadores
(Bolívar), partidarios del centralismo y de la República única e indivisible; y
liberales (Santander) que propugnaban el federalismo bajo el concepto de mayor
independencia y autonomía para cada Departamento.
El oficial angostureño, con esas
estrellas y galones logrados a plomo limpio en las batallas decisivas de la
independencia de Venezuela, Cundinamarca y Quito, inmediatamente tomó partido
al lado de los liberales que harán todo lo posible y se valdrán de cualquier
pretexto para forzar la barra hacia el federalismo.
Apoyado en Alcaldes, munícipes, la
guarnición de la plaza y parte de la población civil, Contaste encabezó un
movimiento contra el intendente del Departamento, quien se hallaba en Angostura
comisionado por el Libertador para poner en práctica las más recientes medidas impositivas
del Gobierno de Bogotá. El movimiento que se hizo efectivo el 30 de octubre de
1827 terminó expulsando al intendente y derrocando al Gobernador, contra cuyo
mandato se manifestaban descontentos el comercio y el grueso de los guayaneses;
pero solamente se sostuvieron en el Poder durante mes y medio que hizo acto de
presencia en el escenario provincial el General José Laurencio Silva, en
calidad de Comandante General del Departamento, expresamente enviado por el
Libertador desde Bogotá para someter a los insurrectos contra el orden
constitucional. Contaste fue detenido y remitido a Valencia mientras otros
cabecillas enviados a Bogotá y Cumaná.
Tan pronto regresó se volvió a ver
en otro complot, (23 de septiembre de 1828), ya no contra Olivares, quien había
sido repuesto en la Gobernación, sino contra su sucesor el coronel José de la
Cruz Paredes. Pero éste logró imponerse al cabo de tres días de sublevación y
esta vez Contaste fue enjuiciado y por lo tanto, provisionalmente inhabilitado
para un ejercicio más activo a favor de la causa separatista.
En 1929 trata de encontrar su
estabilidad emocional profundamente perturbada por los acontecimientos
militares y políticos, en el sacramento del matrimonio. Entonces-23 de marzo-
sale de su noviazgo con Casimira Grillet Canales y la lleva al altar de la
Capilla de la Casa diocesana porque la Catedral aún no estaba concluida.
De esa unión habrán de nacer su
homólogo Ramón, quien se casó con Cristina Laveaux; Justa y Avelina, primera y
segunda esposas de Miguel Aristiguieta; doctor en jurisprudencia y quien murió
soltero al igual que su hermano menor Francisco y Luciana, casada con George
Mathison Urabaneja.
El forcejeo que se daba en los
Departamentos para evitar que se prolongara consolidar la Dictadura de Bolívar
en áreas del centralismo tuvo su culminación con la separación de Venezuela de
Gran Colombia ocurrida después de la renuncia y muerte del Libertador, mas, en
el Departamento Orinoco, el conflicto entre bolivarianos y separatistas con
saldo importante de fusilamientos, entre ellos, el del coronel Remigio
Fuenmayor en la misma Plaza Mayor donde fue fusilado Piar, no quedaría resuelto
sino en julio de 1831 cuando los tenientes coroneles Ramón Contaste y Río Bueno
recuperaron pacíficamente la Plaza Angostura.
Contaste comprometido con la
separación desde un comienzo, por convicción y acaso por fidelidad a Páez, en
cuyo batallón que llevaba su nombre (Bravos de Páez) había iniciado su carrera
militar, vio asegurado su porvenir político y por elección constitucional fue
designado Gobernador de la provincia para el período 1832-1835 que le sucedió
el General Tomás de Heres, a quien acompañó en la Comandancia de Armas con el
grado de coronel, hasta 1838.
En 1838, Florentino Grillet fue
electo Gobernador y Heres pasó a la comandancia de armas en reemplazo de Ramón
Contaste, quien virtualmente asumió una conducta neutral al dividirse
políticamente la provincia entre partidarios de Heres y sus opositores la
Sociedad Filantrópica, liderazada por Juan Bautista Dalla-Costa (padre).
Siendo heres Comandante de Armas,
fue asesinado en su propia casa de habitación el 9 de abril de 1842. Entonces
el gobernador Grillet designó al Coronel Contasti en su lugar. Pero Luego el
gobierno central le dio facultades especiales al general Rafael, secretario de
los Departamentos de Guerra y Marina, para que se trasladara a Guayana a
prevenir cualquier situación inconveniente que pudiera desencadenar entre los
bandos el asesinato del prócer. Urdaneta modificó el cuadro gubernamental
designado a Contasti Jefe Político y al
Coronel Ramón Burgos, comandante de armas. Fue el último cargo, esporádico por
demás, que ocupó el Coronel Ramón Contasti.
Durante los diez años restantes tuvo
escasa o ninguna figuración en el escenario político, debido a que el general
José Antonio Páez había dejado de tener influencia decisiva en el poder a
partir de 1843 cuando ascendió el general Carlos Soublete y se hizo más
profunda a nivel nacional, la división entre oligarcas y liberales, situación que odiaba Contasti, prefiriendo ver los
toros desde la barrera. Ni siquiera aparece firmando la carta que autoridades y
varios vecinos enviaron al Congreso Nacional solicitando cambiar el nombre de
Angostura por el de Bolívar. Contasti virtualmente no estaba de acuerdo con
sustituir el nombre toponímico por otro eponimito no obstante todas las glorias
que pudieran tener el Libertador, de cuyo lado nunca estuvo por ser contrario a
la unión en una sola República de Venezuela, Nueva Granada, y Quito
Luego de Soublete fue designado
Presidente de la República el general José Tadeo Monagas (1847-1851), quien
terminó expulsando a Páez tras la intervención armada al congreso. El capitán
José Tomas Machado era monaguista y como tal fue gobernador de Guayana dentro
de su período constitucional y el de su hermano José Gregorio.
El 5 de diciembre de 1852, a la edad
de 657 años, falleció el coronel Ramón Contasti y tocó al capitán Machado
presidir las ceremonias oficiales de los funerales, sin presentir que a los
pocos meses, el 27 de julio de 1853, aun sin concluir su segundo mandato,
encontraría también la muerte.
Era obispo de Guayana, Monseñor
Mariano Fernández Fortique y Vicario General el Pbro. Silvestre Guevara y Lira,
quien más tarde llegaría a ser Arzobispo de Caracas. Ambos oficiaron los
funerales del prócer de la Independencia, coronel Ramón Contasti, pero sus
restos no fueron inhumados en la Catedral como los de Heres y el Capitán José
Tomas Machado, centro y jefe de los liberales en Guayana, sino en el Cementerio
Municipal que en la ocasión estaba siendo ensanchado.
El Coronel Ramón Contasti, quien
luchó como oficial del Ejército patriota en todas las batallas decisivas de la
independencia de Venezuela y América, es uno de los Próceres angostureños
olvidados. Por ser antibolivariano, ni una calle, ni una escuela, ni una plaza
lo recuerdan. En cambio, Francisco (pancho) Contasti Gerardino, esclavo
manumiso de su hijo menor y quien figuró contra Cipriano Castro en la Batalla
de Ciudad Bolívar de 1903, corrió con mejor fortuna, pues una plaza con su
busto le erigió la Municipalidad en 1968.
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