Un hombre que en su tiempo mayor vigencia lo dio todo por el
crecimiento urbano y desarrollo espiritual de la ciudad que ostenta con orgullo
el nombre del Libertador.
Antonio Valera Villalobos,
aunque nacido en San Fernando de Apure, se entrego muy temprano a la tierra
orinoquense y la integración fue absoluta y total por lo mismo que el Apure
desde épocas geológicas se halla integrado al Orinoco. Ambos ríos constituyen
el eje fluvial más importante de Venezuela y por ese eje explorado la primera
vez por Miguel de Ochogavia, desde los Andes hasta los Castillos de Guayana la
Vieja, viajó a mediados del siglo pasado Antonio Valera Villalobos para
aprender a esta antigua Angostura las primeras letras y los rudimentos de la
constitución que los realizaron definitivamente en el alarizfago.
Efectivamente, eso fue Antonio
Valera Villalobos, un alarife, vale decir un maestro de obra, un arquitecto
autodidacta porque sabías que por vocación e inspiración el arte de proyectar y
construir edificios. El lograba admirablemente unir la belleza con la utilidad
y para mejor muestra basta el edificio del antiguo hospital Ruiz y Mercedes
donde funciona el Consejo Municipal de Heres y el Hospital de Niños. Aquí esta
la impronta de Antonio Valera Villalobos.
El no solo fue maestro
constructor del Hospital o Clínicas de Niños Pobres, sino que el 27 de enero de
1915 la Sociedad Médica del Estado Bolívar lo designo junto con el sacerdote
Adrián Maria Gómez, el Dr. José Gregorio Machado, Bartolomé Tavera Acosta, Luis
Roncayolo y otros, para integrar la comisión que arbitró los fondos dirigidos
al levantamiento del edificio que hoy
ocupa el centro de medicina integral Rafael Montes Navas. Esta edificación,
entre Concordia e Igualdad prestó ayer como nuevamente ahora, una labor
humanitaria y de medicina integral sin paralelo en estos tiempos en que la
gente se muere de mengua por falta de dinero con que ir a una clínica por que
los hospitales casi siempre se hallan paralizados cuando por una huelga de
médicos, por una de enfermedades o de obreros de la salud.
En cuanto al edificio donde
funciona la Alcaldía y Municipalidad, los trabajos de remodelación y ampliación
estuvieron también, en tiempos del Gobernador Marcelino Torres Garcías, a cargo
de Valera Villalobos y de entonces data el puente que comunica a ambas alas a
través de la calle Igualdad. Su inauguración tuvo lugar el 24 de julio de 1920
con motivo del natalicio del Libertador.
La Catedral que disfrutáramos
hoy, la más alta de Venezuela, no era la misma en tiempo del Obispo Miguel
Antonio Medís. Era menos larga y lo que es la parte de atrás desde el Altar
hasta la sacristía, incluyendo la parte alta, la construyo Valera Villalobos lo
aprovechó para una mampostería que el río podía en algún momento rebasar porque
la cota no era tan alta como ahora, pero no a reventar como en el 43 lo hizo un
poco más arriba de La Electricidad, donde todavía no había llegado la mano del
Alarife Antonio Valera Villalobos.
En La Muralla levantada desde el
Puerto de Blonm hasta un poco antes de La Electricidad para salvar a Ciudad
Bolívar de las inundaciones periódicas del Río, trabajaron muchos maestros de
la construcción desde los tiempos del viejo Dalla Costa y entre ello, sobresale
indudablemente Antonio Valera Villalobos como José Soldado Fernando y Francisco
Vázquez Luccheis.
La Capilla del Cementerio
principal donde fue entronizada la imagen de la Santísima Trinidad, fue
realizada con parte de una herencia dejada por el doctor Santos Gáspari y en su
construcción intervino asimismo Antonio Valera Villalobos y es fácil distinguir
sus obras porque todas tienen la importa del estilo neoclásico. Así vemos el
edificio de La Glaciere que por su estilo único se distingue entre todas las
edificaciones del Paseo Orinoco y a medida que la ciudad iba creciendo y
desbordándose paulatinamente hacia fuera parecía más imprescindible la mano del
hombre del compás y la escuadra, pero no pudo ir más allá de la Quinta Los
Peladores de los altos empleados
germanos de la Casa Blohm porque falleció el 15 de septiembre de 1937, a
la edad de 82 años pues habías nacido el 13 de junio de 1855.
Pero Antonio Valera Villalobos
no pasó su vida cautiva en el ramo de la construcción sino que fue miembro del
Consejo Municipal de Heres y llegó a desempeñar los cargos de Tesorero e
igualmente el de Procurador, cuando la
Procuraduría Municipal sólo tenía por objeto hacer esfuerzo por lograr la
satisfacción de las necesidades de la ciudad. También fue militante de la
Francmasonería desde donde se realizaban y se realizan obras de acción
humanitaria y solidaridad con el prójimo; fue miembro muy perseverante de la
Sociedad de Obreros y Artesanos que tenía sede propia allí frente a la logia y
que se mantuvo activa desde el siglo pasado hasta los años cuarenta.
Padre ejemplar. Contrajo
matrimonio con la guayanesa Ernestina Calderos con la que tuvo cuatro hembras y
varones: Narcisa, Rosa, Ernestina, Lucia, Víctor José, y Antonio. Pero yendo
más allá, Antonio Valera Villalobos era hijo de Lucia Villalobos y el General
José Gregorio Valera Alcántara, político y militar que se distinguió en la
Guerra de los Azules, hermano del General Francisco Linares Alcántara, quien
fue Presidente de la Republica entre 1877 y 1878 y tío de su hijo homologó
quien fue Presidente del Estado Bolívar en tiempo de Cipriano Castro.
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