Fueron dos los primeros Palazzi llegados a la Angostura del Orinoco, procedentes de
Córcega como tantos otros antes o después, y uno de ellos, Meriso, se quedo
para siempre a través de herencia inextinguible de la que sobresalen Pedro y
Santos, con ribetes de héroes en la gran Guerra del 14.
Desde la parte septentrional de
la isla de Córcega, rica en viñedos, Angel Santos Palazzi, inició en un velero
la travesía por el Mediterráneo y el Atlántico rumbo a la América donde antes
estuvieron sus paisanos los Bianchi luchando por la independencia.
Desembarcó en la Angostura en
1846, justamente cuando ésta comenzaba a experimentar el cambio de su nombre.
Su esposa, con la que siempre estuvo en conflicto, se había quedado en Córcega
e íngrimo le abrió paso a su destino. Al poco tiempo ya era socio del doctor
Santos Gáspari, en un negocio mercantil levantado por ambos en el inmueble del
Paseo Orinoco que vemos hoy entre el Hotel Colonial y la antigua Casa
Pietrantoni, transformada en sede del banco Venezuela.
La sociedad mercantil Palazzi
& Gáspari operó exitosamente durante doce años, al cabo de los cuales
Palazzi asocio a su hermano Meriso, recién llegado de Córcega, después que
Gáspari resolvió separarse de Venezuela para completar su ciclo vital en su
ciudad natal Sisco (Córcega), donde falleció en 1867.
Pero Meriso Palazzi, inadaptable
a los negocios pasivos, amplió su radio de acción y adquirió un barco al cual
le puso el nombre de “Cyrnos”. Navegó durante catorce años por los ríos del
Alto Orinoco haciendo transacciones con aquellos productos de gran demanda en
el exterior, como la pluma de garza y el cuero de res, muy requerido en lo
Estados Unidos, entonces con notable escasez provocada por la guerra de
sucesión (1861-65).
Estableció su base de
operaciones en el Yagual de Apure e hizo gran amistad con don Martín Segovia,
uno de los ganaderos más importantes del Cajón del Arauca, con quien hizo
muchísimos negocios y a quien en 1868 terminó comprándole toda la existencia
vacuna que, tras penosa migración nocturna, debido a las guerrillas de
montonera, condujo hasta Angostura para exportarla a las Antillas.
Entonces resolvió quedarse
nuevamente al lado de su hermano Angel Santos, quien ya estaba cansado del
negocio y quería irse de una buena vez a Francia. Efectivamente, Meriso compra
la parte de su hermano Angel Santos y se queda único dueño del negocio. Angel
Santos viajó a la capital francesa. Compró un puesto en la Bolsa de París y se
hizo archimillonario. En 1882 falleció en una mansión que tenia en los Bosques
de Boloña y testó a favor de sus sobrinos, los hijos de Meriso; pero, su
esposa, con la que siempre estuvo en conflicto, impugnó el testamento y se
quedó con la fortuna.
De suerte que el transplante
genealógico del apellido Palazzi, de Córcega a Guayana, lo hace Meriso al
sentar sus reales en Ciudad Bolívar y casarse con Josefina Ortiz Díaz, con la
cual tuvo nueve hijos, los seis primeros nacidos en Ciudad Bolívar y los
restantes en parís. Nacieron en Ciudad Bolívar: María Palazzi Ortiz (1873),
casada con el abogado Ernesto Núñez Machado; Josefa Ramona de la Cruz, una de
las víctimas de la erupción del volcán Montagne Pelée de la Martinica que en
1902 destruyó la ciudad de Saint Pierre; Meriso Felipe Raimundo, excelente
ingeniero de minas, sin descendencia, graduado summa cunlaude en París al lado
de Andrés Citroen, magnate de las industria automovilística francesa; Angel
Santos Palazzi Ortiz, nacido en 1877 y muerto en la Batalla de La Somme el 24
de julio de 1916; Carlos José Serapio Palazzi Ortiz (1879-1926) casado con
Matilde Von Buren Baquero, padres del ingeniero Mario Palazzi, profesor de la
UDO y ex director del Inos, y Andrea
Palazzi Ortiz, casada con un médico italiano.
Preocupado por la formación de
sus hijos, la familia Palazzi-Ortiz resuelve viajar a París, donde establecen
residencia en 1882. Allí le nacen otros tres hijos: Pedro (1885), Antonieta
(1887) y Magdalena (1888), casada en Italia con el ingeniero Humberto Ferrari.
Una vez estabilizados y
encausados sus hijos mayores en París, Meriso Palazzi decide en 1894 regresar
con su esposa a Ciudad Bolívar y se instala en la casa de siempre con sus hijos
menores (Pedro, Antonieta y Magdalena) a quienes lleva a estudiar en el St
Mary´s Collage de Trinidad.
A comienzos del nuevo siglo (XX)
regresan de Francia sus hijos graduados y con Meriso Felipe, Angel Santos y
Carlos José, en calidad de socios, el viejo Meriso revive la casa mercantil
“Palazzi & Hermanos”. Cinco años después (1909) vino Pedro, graduado de
bachiller en el liceo Lakanal de París, y también pasó a ser socio del
establecimiento mercantil, ponderado junto con Blohm como el más fuerte en el
comercio de importación y exportación.
En 1913, Santos se retiró de la
firma y se fue a vivir a Barcelona (España) y seis años depuse, en 1919, falleció
el señor Meriso Palazzi. Entonces, su hijo homólogo se retiro de la firma y al
frente de ésta sólo quedaron Carlos y Pedro.
Santos y Pedro se van a la guerra
La Primera Guerra Mundial,
llamada también “Guerra del 14”, por haberse iniciado el 3 de agosto de ese año
cuando Alemania declaró la guerra a Francia, fue precipitada por el asesinato
en Sarajevo el 28 de junio del archiduque Francisco Fernando de Austria y cesó
en 1818. En esta guerra donde murieron nueve millones de personas, se
enfrentaron dos bloques de naciones. De un lado: Alemania, Austria, Hungría,
Turquía, Bulgaria; y del otro
: (Los Aliados) Francia, Imperio Británico, Rusia, Bélgica, Servia, Japón, Italia, Rumania, Estados Unidos, Grecia, Portugal y otros.
: (Los Aliados) Francia, Imperio Británico, Rusia, Bélgica, Servia, Japón, Italia, Rumania, Estados Unidos, Grecia, Portugal y otros.
Cuando la soberanía de un país
se ve amenazada o invadida y agredida, es obligación de sus hijos, donde quiera
que estén, presentarse, a requerimiento del Gobierno o por voluntad expresa,
para cubrir cualquier puesto de lucha. Eso fue lo que hicieron, Santos, desde
Barcelona (España) donde se hallaba, y Pedro, desde Ciudad Bolívar, donde
trabajaba como socio de la casa mercantil creada desde el siglo anterior por
sus ascendientes.
De manera que la Guerra del 14
sorprendió a Santos en España donde
vivía con la familia integrada por su esposa Luisa Duarte Level (hija del
historiador y revolucionario liberal, General Lino Duarte Level), y sus hijos
Josefina, Josefita y Santos, este último graduado de médico en Hamburgo donde
también había estudiado su padre.
El 15 de agosto decide presentarse
en el frente de lucha, pero por razones de edad y de su conocimiento del
alemán, queda en la retaguardia trabajando para el contraespionaje francés.
Cuando Pedro recibe en Ciudad
Bolívar el telegrama donde el hermano le comunica su decisión, se siente
igualmente impelido a presentarse en el frente de guerra francés. Parte el
mismo mes de agosto, permanece una semana en Trinidad y de aquí sale en el
vapor “Guadalupe” y llega a Burdeos el primero de septiembre, donde encuentra a
su hermano Santos en pleno servicio. Con la cooperación de éste llena los
trámites para su incorporación en el frente.
En 1916, en Francia se dieron
grandes batallas, entre ellas, la de Verdún que comenzó el 11 de febrero de
1916 con un ataque masivo del ejército alemán, y la Somme, iniciada el primero
de julio , con una ofensiva de ingleses i franceses, cuyo principal objetivo
era aliviar la presión de los alemanes en Verdún. Aquí, en esta batalla, Santos
Palazzi perdió la vida en plena línea de fuego y bajo un recio combate de artillería.
Santos no quería ser menos que
su hermano Pedro y pidió como él estar en la línea de fuego, no obstante sus 37
años de edad. Allí fue a parar y a los tres meses un proyectil de artillería le
voló la cabeza en la batalla de La Somme y pasó a formar parte de las tantas
bajas sufridas el 24 de julio de 1916 por el ejército francés.
Santos Palazzi fue sepultado en
el Cementerio de Amiens donde se halla actualmente su tumba entre las de 20 mil
soldados, y su nombre, junto con el de catalanes y extranjeros residentes que
dieron la vida a partir de la frontera franco-española, figura en el monumento
de Montjuich en Barcelona. Al divulgarse en Ciudad Bolívar la noticia de su
muerte que, según los comentarios de entonces, ya algunos de sus personajes muy
afectos, habían presentido a través de misteriosas señales como la caída de un
clavel de sangre a los pies de Carlos Afanador Real el mismo día del suceso,
salieron a relucir sus cualidades de hombre excepcional, múltiple en cuanto a
sus actividades, dinámico empresario, aficionado a la música, al teatro y a la
fotografía, algunas de las cuales publicadas por el “Cojo Ilustrado” de
Caracas.
Noblemente, de cara al astro
rey, tal un soldado de la heroica Esparta, cayo en tierra de libres estés
guayanés- proclamaron sus coterráneos más distinguidos en un obituario que
continuaba así: “En un rasgo de verdaderas abnegación, abandonó familia,
riqueza y bienestar, para acudir al llamado de la patria de sus mayores, en
cuyos altares acaba de ofrendar, en sublime holocausto, una existencia por mil
títulos hermosa útil. Su exquisita cultura, su claro intelecto, sus
sentimientos altruista, orientados siempre hacia toda manifestación de
progreso, captáronle apreciadores que hoy lamenta la eterna desaparición de quien, a pesar de las faenas
mercantiles en que le toco vivir, conservo lozana la floración de en sueños que
brotaba en el jardín de sus alma
joven y luchadora”.
La Casa en llamas.
Muerto Angel Santos o
simplemente, Santos como preferían llamarlo para distinguirlo de su tío y un
sobrino, Pedro recibió la noticia con gran serenidad y siguió luchando hasta el
final de la guerra en el famosa onceava División de hierro, que era un cuerpo
de élite del ejército francés, llamada así, por estar siempre en los lugares
más comprometidos. Con ella hizo Pedro Palazzi, toda la guerra, participando en
las importantes batallas: Artois, 1915; Champagne, 1915; verdún, 1916; ofensiva
del Aisne, 1917; chemindes Dames, 1917; ofensiva del lys, 1918; Bélgica, 1918.
Su actuación le valieron las
condecoraciones Cruz de Guerra con estrellas de bronce, en Verdún; cruz de
Guerra con estrellas de plata, en
Lorena, 1917; cruz de Guerra con palma, bosque de coucy, 1918; medallas
militar; en 1919 y legión de honor en
1962. Una vez terminada la guerra y suscrito el tralado de Versalles, Pedro
Palazzi paso el año 19 en Italia hasta la muerte de su padre
Meriso Palazzi. Después regreso a Ciudad Bolívar a ponerse al frete del
negocio al lado de su hermano Carlos, quien falleció el 20 de febrero de 1936.
Pedro siguió en el negocio y en 1946, la casa mercantil estalló en llamas. Las
perdidas fueron cuantiosas y el seguro apenas cubrió una mínima parte, por lo
que para reconstruir el edificio y reestablecer el negocio debido solicitar un
préstamo de 170 mil bolívares.
Buena narración. Hay un error al referirse a la guerra de SUCESION en USA. Supongo que deseó escribir SECESIÓN
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